lunes, 18 de noviembre de 2013

El Chalten



Continuando el viaje, el camino se pone más recto cuando tomamos la ruta provincial 23, la ruta parece terminar al pie de la montaña. Antes de llegar vemos a nuestra derecha la pre-cordillera y a la izquierda el Lago Viedma; más allá el glaciar del mismo nombre.


Después de 3 horas de viaje, cerca de las 11 del mediodía, como salido de un pasaje bíblico, a nuestro frente se abren las montañas en dos, se dividen las aguas del Río de las Vueltas y Fitz Roy, aparece el Chalten. Hacemos la segunda parada en la dependencia de Parque Nacionales a la entrada de la villa, donde nos cuentan las distintas alternativas de trecking y el tratamiento y cuidado del medio ambiente.
Al bajar del bus, el día estaba muy nublado con ganas de llover. Llegamos al hotel para ubicar las cosas y salimos a dar un paseo. 



Recorremos la ciudad, pasamos por la Capilla de los Escaladores y por las orillas del Río de las Vueltas. Al frente vemos una gran muralla que bordea el río. El pueblo parece estar en horario de la siesta; pasan algunos niños que salen de la única escuela que se encuentra frente a la plaza principal. Las calles de asfalto han ido avanzando sobre el Chalten y las casa han ido completando los terrenos. Estamos en medio de la montaña. 



Por la tarde, ya si nubes en el cielo, decidimos hacer nuestra primera excursión, llamada “Vista de los Cóndores” y “de las Águilas”. Tal vez las más fácil en nivel de exigencia, según nuestra información turística, nos muestra la villa desde las alturas en la primera y el lago Viedma en la segunda.



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